El Conejo de Pascua

El Conejo de Pascua es un mítico personaje infantil, que pertenece a las culturas germánicas y posteriormente a las anglosajonas.

Las leyendas sobre el origen de éste son diversas.

En primer lugar, se dice que el mito del Conejo de Pascua se originó cuando, en los meses de abril o mayo (en los cuales algunos gansos del norte ponen huevos), unos niños entraron en un granero y vieron salir corriendo un conejo; cuando entraron vieron un huevo y pensaron que éste procedía del conejo.

Otra leyenda dice que un conejo estuvo encerrado en el sepulcro junto a Jesús y presenció su resurrección. El conejo al salir de la cueva quería comunicar ésto a la gente, pero como no podía hablar, se le ocurrió llevar un huevo pintado, que trasmitiese el mensaje de vida y alegría. Desde entonces, cuenta la leyenda, que el conejo sale cada domingo de Pascua para dejar huevos de colores en todas las casas, recordando la Resurreción de Jesús.

Los persas y egipcios coloreaban huevos con colores brillantes y luego se los comían durante el festejo del comienzo de año, que coincidía en primavera. A raíz de esta tradición se hizo costumbre regalar huevos en los festivales de primavera.

La procedencía de esta tradición es muy diversa, al igual que varía actualmente la forma de regalarse este símbolo. Así, en la actualidad es muy común que se elaboren conejos o huevos de chocolate y mazapanes.
En algunos casos, se hace creer a los niños que es el Conejo de Pascua quien realiza estos regalos.