jueves, 2 de abril de 2009

Sueños

El otro día me contaba una amiga que está estudiando Educación Infantil que sus profesores le dicen que ya no se puede contar el cuento de Caperucita roja como antes, es decir que (en resumidas cuentas) el lobo se come a la abuela, luego viene un cazador y le raja la tripa para que pueda salir la abuelita de Caperucita; sino que debe decir que el lobo no se come a la abuelita y que viven todos felices en la casita del campo. Pues ¡¡NO!!, el cuento no es así y ninguno de nuestra generación se ha traumatizado al escuchar que el cazador se "cargaba" al lobo llenándole la tripa de rocas y haciéndole caer al río.



Por eso hemos decidido crear este blog para decir que las películas y los dibujos que veíamos de pequeños eran absolutamente fantásticos y que nos han hecho (y nos siguen haciendo) pasar grandes momentos y es que, a veces, nos gusta sentirnos otra vez niños y soñar. Soñar que descubrimos mundos lejanos y lugares nuevos; soñar que eres una princesa y que tienes que volver a casa a las 12 o tu maravillosa carroza se convertirá en una simple calabaza; soñar que tu hermano y tu os perdéis por el bosque y que llegáis a una casa hecha caramelos; soñar que vives en el mar y que tus mejores amigos son una cangrejo llamado Sebastian y un pez llamado Flounder; o soñar tal vez que eres el Rey, el rey de la selva; poder soñar también con que viajas al País de Oz y te haces amigo de un espantapájaros sin cerebro, de un león cobarde o de un hombre de hojalata sin corazón y debes volver por el camino de baldosas amarillas; soñar, en definitiva, que volvemos a ser niños. Y si te pierdes, ya sabes: segunda estrella a la derecha hasta llegar al País de Nunca Jamás.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Yo defiendo los cuentos tal como son y ... sin traumas!

El Blog Empresarial

RF dijo...

¡Eso mismo digo yo! Si Hans Christian Andersen los escribió así ¿porqué debemos cambiarlos?

Publicar un comentario